Esta mañana se hacía pública la noticia de la infiltración de una agente de la policía nacional en el CSO La Animosa y ciertos colectivos ecologistas de Madrid. Antes que nada, queremos empezar mostrando nuestra solidaridad respecto a los espacios de militancia afectados por este ataque policial y represivo.

Como las compañeras del CSO La Animosa han comunicado a El Salto en la noticia publicada esta mañana, la policía infiltrada se acercó al centro social de Hortaleza proponiendo la celebración de un evento relacionado con la justicia climática, aprovechando que había estado «varios meses rondando los círculos de militancia de diferentes colectivos de Madrid, entre ellos Extinction Rebellion». No obstante, tras el rechazo de ese acto, esta «empezó a mostrar un repentino interés por los demás proyectos del espacio, así como por la organización de este”, de tal forma que empezó a acudir de manera frecuente a su gimnasio popular, lo que le sirvió de puente para acercarse a compañeras del espacio.

Como sabemos, es esta una forma de actuar que ha sido seguida también en los casos de infiltración policial de Barcelona y Valencia, realizados a través de espacios abiertos como los gimnasios populares, lo cual brinda algunas pistas de la forma de actuar que la policía está siguiendo en este tipo de operaciones. Pues como las compañeras del CSO La Animosa han manifestado en su entrevista a El Salto: «Están aprovechando esa apertura de los espacios para meter infiltrados en los centros sociales, e intentar también que se cree una paranoia colectiva respecto a esto». Y es que con el de hoy, son ya 4 los casos de infiltración policial en movimientos políticos destapados en este último año en el Estado español, lo que confirma que no son casos aislados. 

Muy al contrario, estas infiltraciones son una expresión más del reforzamiento autoritario del Estado, en un contexto de crisis capitalista y ofensiva hacia nuestros derechos y libertades políticas, en tanto últimos mecanismos a nuestra disposición para responder a dicha ofensiva. Y es que como las militantes de Hortaleza expresan en su comunicado: estamos ante «una prueba más de la ofensiva sistematizada contra cualquier intento de organización de la clase trabajadora», un ataque frontal a nuestras formas de auto-organización como clase que muestra claro el carácter general represivo del aparato estatal, ya que: «La función última del Estado es mantener el orden existente y, por tanto, su represión es independiente de quién ostente el poder».

Así, frente a este ataque represivo resulta sin duda necesario cuidar más que nunca nuestros marcos y mecanismos de seguridad y consolidar una cultura política capaz de hacer frente a la cada vez más intensa ofensiva policial que se dibuja en el horizonte. Sin caer en la paranoia y en la desconfianza, como dicen las compañeras de La Animosa, es fundamental que sigamos: «abiertas a la clase trabajadora en toda su diversidad», pero teniendo en cuenta que debemos «perfeccionar nuestros mecanismos de seguridad y continuar mejorando nuestra organización, estrategia y lucha«. No pudiendo estar más de acuerdo con sus palabras, enviamos nuestro máximo apoyo y solidaridad a los colectivos afectados y llamamos a asistir mañana a la concentración de denuncia en Hortaleza (Plz. Chabuca Granda, 19:00 hrs). ¡Frente a su represión, nuestra organización!