Ayer, miércoles 29 de marzo, varias decenas de jóvenes militantes acudieron a las inmediaciones de la sede de la empresa energética Naturgy en Madrid para señalar a los que dicen son responsables de la actual situación de desastre ecológico, en un contexto de deterioro progresivo de las condiciones de vida de la clase trabajadora.

Las jóvenes incidieron en la total relación entre la crisis ecológica y la crisis capitalista, señalando que ambas golpean cada vez de forma más grave y diversa a la clase trabajadora. Así, remarcaron que son múltiples y variadas las manifestaciones de dicha situación: inflación y encarecimiento de la vida, perdida de derechos políticos y libertades civiles, aumento de las tensiones interimperialistas y guerra en Ucrania, auge de la extrema derecha mundial y el fascismo, etc.

En el contexto de esta situación, EPS ha iniciado una campaña en la que llama a la juventud trabajadora a organizarse para responder a todos estos elementos, que entienden como partes indisociables de una misma “ofensiva capitalista” contra la clase trabajadora.

Es al tenor de esta campaña, iniciada el pasado 14 de febrero y que se extenderá hasta el 20 de mayo (día en el que pretenden realizar un gran acto de cierre), que EPS ha señalado la crisis ecológica como uno de los elementos fundamentales de dicha ofensiva capitalista, la cual señalan ya como una de las mayores amenazas para la clase trabajadora.

Pero los jóvenes socialistas tienen claro que esta crisis ecológica es responsabilidad de la clase burguesa y sus dinámicas de permanente acumulación de ganancias y beneficio. Es así que ayer al mediodía acudieron a la sede de Naturgy en Madrid para señalar a las grandes empresas energéticas y a la burguesía financiera como responsables de la situación de desastre actual. Incidiendo en que mientras empresas como esta no paran de aumentar sus beneficios anuales, el proletariado de la Cañada Real ha tenido varios casos de hospitalización por congelación e intoxicación al no tener acceso a luz y electricidad y también mientras cada vez más sectores de clase tienen problemas crecientes para pagar las facturas de la luz y llegar a fin de mes.

El acto consistió en una demostración de fuerza frente a la sede de la gran energética, donde se desplegó una pancarta con el mensaje: “Que no arda nuestra clase”. También prendieron varios botes de humo rojo, tiraron pintura y leyeron su discurso a través de un portavoz. Durante la acción se pudieron escuchar varios cánticos, uno de los cuales decía: “Contra su barbarie, lucha de clases”.

En todo caso, EPS ha incidido en que este señalamiento es sólo un primer paso para impulsar un proceso organizativo que enfrente políticamente el poder del capital y el estado a través de la construcción de un poder de clase propio e independiente. Y es que con la atención cada vez mayor en distintos ámbitos de militancia a las ideas que nuevos procesos políticos están planteando, EPS tiene claro que es el momento de decir basta y responder a esta ofensiva capitalista.